Con consejos para limpiar el motor de tu coche de la manera más adecuada.
La limpieza del motor está dividida en varios pasos. Si los sigues con precaución, conseguirás un propulsor con una apariencia nueva, evitando así la corrosión o cualquier otro problema que pueda surgir a raíz de la suciedad.
Paso 1: No rayar el coche durante la limpieza
La primera recomendación es cubrir con una toalla o trapo las zonas del coche en las que nos vayamos a apoyar durante la limpieza, para evitar así rayar el coche con el cinturón o cualquier otra cosa.
Paso 2: Comprobar la temperatura del motor
Se debe comprobar si el motor está frío, templado o caliente. En la mayoría de los casos lo lógico es limpiar el motor a una temperatura entre frío y templado, pero en otros conviene realizar la limpieza con el motor más caliente. Este caso sería si el motor lleva mucho sin limpiarse o acumula mucha suciedad. A mayor temperatura más alta, será más fácil que la suciedad se disipe.
Una vez chequeada la temperatura, se puede usar una máquina de aire a presión para quitar la suciedad que queda en la carrocería tapada por el capó. Normalmente estas zonas se llenan de hojas de los árboles y cogen mucho polvo, por lo que el aire a presión en esos recovecos es la mejor solución.
Paso 3: Impermeabilizar las zonas delicadas del motor
Este paso es uno de los más importantes para evitar que una simple limpieza se convierta en una avería. Debemos cubrir con plásticos y ayudarnos de cinta aislante para impermeabilizar bien las zonas del motor a las que les puede afectar de mala forma el agua.
Todos los componentes eléctricos, batería, distribuidor, carburadores, filtros… deben ir cubiertos con plástico para que el agua nunca los alcance. Si esto ocurre puede derivar en una avería para el motor. También deberemos tener cuidado con quitar engrases de las zonas en las que son necesarios.
Paso 4: Mojar el motor sin agua a presión
En este paso debemos mojar el motor de una manera suave y repartida por todas las zonas.
Paso 5: Aplicar un limpiador de uso múltiple
Una vez húmedo todo el motor, ya podemos aplicar un limpiador de uso múltiple, y con la ayuda de una brocha comenzar a repartirlo y limpiar todo el motor. Es importante distribuir todo el limpiador antes de que se evapore o se seque sobre cualquier pieza, trabajando todo el rato con el motor húmedo. Para las zonas menos accesibles es recomendable que usemos pinceles más pequeños y así llegar a cualquier lado.
Una vez hayamos hecho todo, deberemos volver a mojar todo para acabar de limpiar el motor.